Proceder ético en las instituciones y organizaciones
Hablar de organización humana supone hablar de un conjunto de personas, que se unen para conseguir unos objetivos comunes, mediante unos medios, tangibles o intangibles, de modo más o menos estable. En este sentido cada organización trabaja para conseguir su propia misión, que es su objeto o razón de ser. La declaración explicita de la misión de una organización puede ayudar a que esta se mantenga unida, dando a sus miembros un sentido de dirección compartido.
“Una organización es un sistema de actividades conscientemente coordinadas, formado por dos o más personas, cuya cooperación recíproca es esencial para la existencia de aquella. Una organización sólo existe cuando: hay personas capaces de comunicarse, están dispuestas a actuar conjuntamente, y desean obtener un objetivo común”. (Chiavenato, 2000: 6).
Para el logro de cada organización, las personas utilizan medios materiales e inmateriales. De este modo, las organizaciones cuentan con las capacidades de sus miembros y con recursos, junto a los recursos financieros, un presupuesto que cumplir, son necesarios los recursos materiales, instrumentos, a la vez que determinada información y conocimientos, en definitiva, sin las capacidades y los recursos necesarios, difícilmente lograrán los miembros de una organización alcanzar sus objetivos. Estos elementos, personas, medios y fines, se encuentran en cualquier organización, desde una empresa con fines productivos, hasta una universidad, un hospital, una administración pública o familia.
“No sólo los individuos son moralmente responsables, sino también las empresas” (Cortina et.al., 1994: 81); y consideramos que sí es posible hablar de ética de las organizaciones al menos por dos razones: porque la organización se prolonga en el tiempo y no se reduce a la suma de sus individuos; y porque, como decíamos anteriormente, la conducta de los individuos está muy influida por el carácter de la organización en la que tiene que actuar. “Los individuos son los que establecen la política de la corporación, por supuesto, pero esas decisiones no son meramente personales, éstas son decisiones tomadas por y en el nombre de la corporación” (Goodpaster, 1983: 3).
Organizaciones éticas
El concepto de organización expuesto pretende ser lo suficientemente amplio y sencillo como para describir todo tipo de organizaciones, ya sean grandes o pequeñas, públicas o privadas, lucrativas o no. En toda organización existen fines, metas u objetivos, de ahí que pueda hablarse de organizaciones más o menos eficaces, en la medida que logren sus objetivos, de ahí que pueda hablarse de organizaciones más o menos eficaces, en la medida que logren sus objetivos. Del mismo modo, otro elemento común a toda organización es la necesidad de contar con unos medios o recursos para lograr sus metas, por lo que pueden ser calificadas como organizaciones más o menos eficientes. Más o menos capacitadas para conseguir mejores resultados con menos medios. Y en tercer lugar, toda organización está constituida por personas, lo que permite hablar de organizaciones más o menos éticas. Que contribuyen más o menos al desarrollo humano de sus miembros y de aquellos a quienes sirven.
Ética, eficiencia y eficacia
La ética, junto a la eficiencia y la eficacia, son pues aspectos constitutivos de la propia naturaleza de toda organización. Se desprenden de sus constitución natural, de ahí que pueda hablarse de una "racionalidad científico-técnica" que atañe a la eficiencia y la eficacia, y de una "racionalidad ética", referida al comportamiento de las personas. Ambos tipos de racionalidad nacen del propio concepto de organización humana. Esta racionalidad ética es distinta de la racionalidad científico-técnica, pero no por ser distinta, es menos importante.
Olvidarla supondría poner en cuestión que las organizaciones son siempre humanas, donde no solo cuentan los medios técnicos. Esta afirmación, a pesar de lo aparentemente obvia, es necesaria, pues no siempre la racionalidad ética se tiene en cuenta en la toma de decisiones organizacional.
Observa el video del Dr. Guillen catedrático de la Universidad de Valencia España.
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Fuentes:
Chiavenato, I. (2007). Administración de recursos humanos: el capital humano de las organizaciones. México: McGrawHill.
Cortina, A. (1994). Ética de la empresa. Claves para una nueva cultura empresarial. España: Trotta.
Guillen, M. (2010). Calidad y ética empresarial y en las Organizaciones. Construyendo confianza - 6/7. Consultado 29/04/2020.
Obtenido de https://youtu.be/2jDOTGVu2Q0